viernes, 22 de agosto de 2014

Palabras de sangre y pintura - Bocanada

No me vuelvas a decir otro silencio, cuando mande el orgullo a la mierda y te reconozca, abriéndome el corazón a bocajarro, que me imagino esquinas todo el rato para ver si apareces detrás de alguna. Puedo sangrar aunque por mis venas ya lo único que corra seas tú quedándote quieta en vez de buscarme. Porque si dos no se aman a la vez, luego a uno se le cae el mundo entero. Encima. Vete tú a saber la cantidad de escombros que hay bajo la piel de esos que besan sin eco unas bocas que buscan el paladar de otro. Súbete la falda hasta la sonrisa, que quiero ver cómo se juntan el placer y el orgasmo en una mueca. Y clávame otro clavo que nos saque a bailar toda la noche. No tienes cojones. Oye, que lo entiendo, que a mí también me da miedo desnudarme a la luz de unos ojos distintos, pero debe de ser maravilloso eso de que alguien se mude a tus cicatrices y desee quedarse para siempre, que se haga la dura como el yeso y despues ablande cuando le diga un "te quiero". No habra nadie que pueda quitarme las ganas de volar abrazado a tu espalda. Aunque, ya ves tú, mi pasado es mas negro que el fondo de un ataúd. En fin, esto solo son palabras de sangre y pintura, como la que tengo entre las uñas de trepar fachadas por querer bajarte la luna.


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