¿Dónde están?
Voy chocando por la calle, callendo al suelo entre vaivén de hogueras que los pobres de calor usan para calentarse, que tienen los pies hechos polvo de caminar, de avanzar y no aprender, que son hambre de cartón. Herido por las promesas que me hicieron llorar, por saber que cuando el río suena siempre me quedo en la orilla. Y del resto no me acuerdo, me dejé lo demás de mi cuerpo junto a algún corazón.