Enciéndeme como un primer recuerdo. No necesito mucho: vernos y un café, un paseo sin rumbo, que destape la caja de los truenos. Ir de bar en bar, de cerveza en cerveza, que lo contrario a la muerte sea el deseo.
Alégrame, dime tonterías. No necesito más. A veces un solo segundo, puede durar la vida entera.
Revuélveme la basura, saca mi primera bicicleta, enseñame a montarla. Estoy tan cansado de echarte de menos, que no puedo domir.
Quiero ser feliz.
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